Crónicas desde el lado oscuro III: Cursa Bombers 2011

Otra que ha caido. La arrebatadora Myriam se puso a correr hace unos meses, ella sabrá por qué, y ha terminado apuntándose a carreras en Barcelona, como si en Madrid no hubiera bastantes. Tras una primera elección desafortunada en la «Corre por una sonrisa», carrera que debería llamarse «Corre por un barrizal», se ha juntado con dos amigotas, y se han pirado a la Ciudad Condal a correr la Cursa, y muy probablemente a montar algún problema de orden público. Eso no lo cuenta.
Como me debe bastantes favores (en el Master le hacía yo todos los trabajos), no ha podido negarse a escribir su crónica. De esta manera, se confirma su presencia en el Lado Oscuro, pues no se la ve muy disgustada tras la Cursa. Ya nos dirá qué es eso de la «Largada», porque como es porteña, a veces habla algo raro.

Este año decidí apuntarme a la Cursa Bombers, y como dice la mayoría de la gente, es una carrera para disfrutar. El Sábado en un vuelo desde Madrid muy temprano, llegamos a Barcelona un trio de corredoras singular (una vasca, una costarricense y una porteña) novata en mi caso y medio experimentadas el resto.

Las tres llegamos dispuestas a sumergirnos en el ambiente de Barcelona pre Cursa, fuimos a la feria del corredor a recoger nuestras camisetas y chips correspondientes. Quedamos encantadas con nuestras camisetas personalizadas con los respectivos nombres. Sábado por la tarde paseamos y descansamos ansiosas por correr a la mañana siguiente.

El domingo a las 9hs estábamos ya en la salida, 20000 participantes distribuidos en distintos cajones teñían de amarillo el lugar. El recorrido por Vía Laietana, Gran Vía de Les Corts Catalans prometía un precioso entorno en un día típicamente de verano.

La Largada fue una autentica fiesta, una banda de rock se arrancó con música de AC DC y fue el pistoletazo inicial para una salida sin incidentes. La organización de este evento ha sido impecable.

El sol apretaba durante los primeros kilómetros, por lo que a partir del km 3 en cada curva los corredores buscamos la sombra.

Lo mejor, las bandas de percusión que estaban distribuidos desde el km 5 ,animaban a subir el ritmo de carrera; llamaba la atención la cantidad de corredores con lipotimias a los lados de la calle. Nunca pensé que los puestos de Sanitas entrarían en acción tan frecuentemente.

Para quitarse el sombrero, los bomberos que hacen la carrera con todo su uniforme, botella de oxigeno incluida.

A mejorar los puestos de avituallamiento del km 4, las botellas de agua tardaron en aparecer.

Nuestras marcas no fueron las mejores pero conseguimos terminar, daba mucha rabia ver cantidad de corredores que se quedaban a 500 metros de la llegada. Antes de volvernos a Madrid con la alegría de Objetivo Cumplido, un merecido homenaje: comida en terraza al sol. Nos despedimos de la Cursa con ganas de repetir el año que viene.