Carrera Popular de Paracuellos del Jarama, 28 de noviembre de 2010

Frío polar en la 5ª edición de la Carrera de Paracuellos. Si antes de la salida todos se acordaban de la lluvia del año pasado, el próximo se va a recordar la rasca que hacía hoy.

Esta carrera no va a ganar ningún premio por la belleza de sus paisajes: el páramo de la vega del Jarama a la derecha, los primeros vestigios de civilización a la izquierda, así desde el principio hasta casi el final. Todo lo contrario que la organización, impecable, que la hacen una de las más eficaces que he conozco (qué gran idea lo de dar una manta tras pasar la meta, ¿por qué no se le ha ocurrido antes a nadie?). Hay una sucesión de cuestas que te impiden relajarte y que en asociación con los témpanos en los orificios nasales la hacen bastante dura en su conjunto. Para terminar dando casi una vuelta entera a la cuerda del Polideportivo local, con lo que la llegada es cómoda y también distinta a la mayoría.

Premio especial merece llevarse el speaker, que nos ha deleitado con un precioso neologismo, puesto que a su entender los voluntarios iban a atendernos “encantadamente”. Y es que eran “maravillosos”, igual que la carrera, que era “maravillosa”. Claro que, bien pensado, podía haberse equivocado y a lo mejor quería decir “encantadoramente”. ¿Qué quería decir, realmente? ¿Qué los voluntarios de la carrera de Paracuellos atienden a sus obligaciones con placer, o que son especialmente afables en su relación con los corredores? Esta es la hamletiana cuestión, que daría para páginas y páginas.

Y realmente el tema me ha tenido bastante abstraído durante todo el recorrido, hasta que la maravillosa presencia de la encantadora Celina (que nadie diga que no tengo recursos literarios), a quien he encontrado con Sagi al principio y al final, me ha sacado de mis elucubraciones.

54:25 en el puesto 1.004: ¡¡el mismo que el dorsal!! La Organización debería darme algún premio, sin duda, por ir tan fino.

Termina un Noviembre con récord de carreras, una cada domingo, en un año que tendrá como fin de fiesta, nunca mejor dicho, cuatro San Silvestres (por supuesto, tras Aranjuez). Luego me preguntaré por qué no me curo de las molestias en la pierna.